A 20 MESES DE SU MUERTE

Emotivo acto de reconocimiento y homenaje a Damián Correa

Al cumplirse el pasado jueves 26 de noviembre veinte meses de la desaparición física de Damián Leonel Correa (hijo de Carlos, periodista del diario NCO), en la planta del Laboratorio Maprimed domiciliada en el barrio de Mataderos, donde Damián trabajaba y donde perdió la vida al inhalar nitrógeno, se llevó a cabo un acto de homenaje y de reconocimiento a su figura.

Por iniciativa del personal de esa empresa, la sala de reuniones que se utiliza a diario y que está ubicada en el 1er. piso de la planta, de ahora en adelante se llamará Damián Leonel Correa y para formalizar el bautismo de la misma y descubrir una placa que lleva el nombre del trabajador desaparecido, las autoridades del laboratorio perteneciente al Grupo Roemmers convocaron a familiares, vecinos, amigos, compañeros de trabajo y trabajadores de la empresa que se reunieron en el lugar para participar del evento y evocar su memoria.

Tras hacerse un minuto de silencio, descubrir la placa y rezar una oración, hizo uso de la palabra Carlos Correa quien comentó las “sensaciones ambiguas que tenemos al estar en este lugar”, al señalar que “por un lado está la pena y el dolor de saber que hace veinte meses Damián vino como todos los día a trabajar y no regresó más y por el otro, la satisfacción por este reconocimiento moral que hoy le hacen, ya que consideramos que este homenaje es un simbolismo muy fuerte que indica que acá, algo pasó”.

Posteriormente sostuvo: “Aprovecho la oportunidad que hay presentes autoridades de la empresa, para comprometerlos para que esta placa y este salón perduren en el tiempo y también -siguió diciendo- le quiero pedir a quienes fueron compañeros de Damián y a los trabajadores en general, que velen por este lugar, porque esto que parece un simple pedazo de metal, es un testimonio muy valedero y aunque parezca una exageración, puede ser una especie de garantía para que en esta empresa nunca más vuelva a suceder un hecho tan desgraciado como el que involucró a nuestro hijo”.         

Finalmente, tras manifestar su gratitud por el medio centenar de asistentes al acto, Correa se dirigió a los empleados de la empresa para “darles las gracias por haber compartido con él, por aceptarlo, por contenerlo, por recordarlo permanentemente y también, darles las gracias por las lágrimas derramadas”.

Seguidamente fue Elsa (mamá de Damián) quien le solicitó a las autoridades de la empresa “un mayor compromiso respecto a la seguridad” y le pidió a los trabajadores “que se cuiden, que por mínima que sea, no tengan temor de reclamar cualquier tipo de anormalidad que pueda perjudicarlos” y para ello ofreció que “cuando no sean escuchados, no duden en utilizar el nombre de nuestro hijo para realizar cualquier tipo de demanda”. Luego culminó su intervención sugiriéndoles que lo hagan “primero por ustedes y también por sus familias, porque ninguna madre -como me sucedió a mí- merece que cualquier día alguno de ustedes venga a trabajar y que después le avisen que su hijo no va a regresar nunca más”.

Como corolario, fue Guillermo Fornari, director de Asuntos Institucionales del Grupo Roemmers quien cerró el acto puntualizando que “a partir de lo que le pasó a Damián Correa, en la empresa se produjo un antes y un después y si bien al principio hubo un poco de confusión porque jamás habíamos pasado por una circunstancia similar, entendemos perfectamente las demandas de sus padres y a solicitud de ellos y de sus hermanos, al menos hasta cuando llegue la hora de jubilarme, asumo el compromiso de velar para que esta sala de reuniones y esta placa con su nombre, permanezcan en este espacio que hoy estamos bautizando”.