LA MATANZA

LOS PANADEROS DICEN LO SUYO


 


 


 


Integrantes del Centro de Industriales panaderos de La Matanza ofrecieron en rueda de prensa, para exponer los argumentos que desestiman los dichos de un empresario clausurado.


Los últimos días, los integrantes del sector panaderil fueron aludidos por Roberto Politti; quien raíz de un operativo de inspección, fue acreedor una clausura efectiva.


 


Tanto el Presidente del Centro, Emilio Majori, como así también la mesa de conducción de la entidad, fueron puntualizando cada uno de lo que consideraron agravios. “Nunca estuvo habilitado para desarrollar la actividad…” fue, a reiteración, las expresiones de los panaderos.


Fue fundamentado el costo del producto, mediante el análisis del Contador de la Federación de Industriales panaderos de la Provincia de Buenos Aires, Juan Ianone. El profesional expuso acerca del costo al que se arriba cuando al incluir materia prima e insumos y salarios; además de  las cargas fiscales, costo de mantenimiento de hornos, costo financiero, alquileres, gastos de comercialización tal como transporte, envasado, mantenimiento de vehículos; todo esto llevaría el precio a $4,85.- por kilo a la boca de expendio.


Sin embargo, según el calculo realizado por Ianone; comercializar a $3,23.- se logra excluyendo todo lo que no tenga que ver con harina y mano de obras. Por ende, se infiere que la entidad asegura que únicamente evadiendo todo tipo de gravámenes se logra el abaratamiento en el precio del esencial producto de la canasta familiar.


Los industriales panaderos, de la mano de su Presidente Emilio Majori; con estas aseveraciones consideran  que  echan por tierra las acusaciones de las que fueron victimas a raíz de una histórica polémica que tiene que ver con la competencia comercial. Era necesario hacer la aclaración de parte del sector dado que la polémica se genera a partir de la vinculación hecha por el panadero clausurado a raíz que él comercializa el producto a un precio muy inferior a los dueños de casa; y, Politti denunció una persecución por esta razón.



No obstante todas las consideraciones realizadas con relación a la comercialización,  también hicieron referencia a las deficiencias en relación a las condiciones de elaboración halladas en la planta en cuestión. “… miren el acta de clausura y verán que son terribles falencias las que hicieron que clausuraran. Se le habían hecho varias advertencias; con los plazos correspondientes para regularizar la situación; pero el señor (Politti) nunca cumplió. Había problemas de higiene; de documentación, de personal sin registrar… Encontraron de todo.” Aseguró Majori.


“Alguna protección deben tener algunos (…) para haber trabajado tanto tiempo sin habilitación y en esas condiciones…” afirmó Emilio Majori.


 


 


 


 


N.de la R: los hechos se iniciaron en oportunidad de la denuncia de Roberto Politti. Las crónicas periodisticas reseñaban lo siguiente:


 


 LA HISTORIA SIN FIN: INSPECCIONES Y CLAUSURAS


 Empresario denuncia que no puede ejercer su libertad de trabajo


 


El pasado 29 de Abril, en un operativo que debería ser de rutina de parte del control municipal; fue clausurada la empresa de Roberto Politti.


Más de veinte personas llevaron adelante el procedimiento.


El panadero relata que temas menores requerían de un plazo para presentación en tiempo y forma de los requerimientos. Como así también, alguna documentación solicitada por los inspectores municipales y por  personal del Ministerio de Trabajo, que Politti adujo que la misma me hallaba en poder del profesional que lleva adelante la contabilidad de la empresa. “… no tenemos tiempo, me contestaron; cuando pregunté porque clausuraban. Yo no puedo tener las carpetas: eso lo tiene el contador… Directamente, colocaron faja de clausura y a otra cosa… Eran más de veinte; entraron a todos lados; tocaban los papeles, revisaban en la oficina. Todo fuera de la ley…”


El panadero de La Matanza exhibe las actas de infracción y clausura. En el detalle se observa cuestionamientos tales como falta certificado de desinfección y antisiniestral, que el día del operativo se encontraba en poder del contador, según su relato; y hay la coincidencia en lo que hace a las fechas de los mismos. Por otra parte;  cuestiones de higiene observada en el lugar, a lo que Politti responde que a la hora en que se llevó a cabo el operativo se hallaban haciendo refacciones y mantenimiento; y casi contradictoriamente con la sanción, el acta municipal  aclara que no se hallaba funcionando el establecimiento. Estos son algunos de los puntos que llevaron a la clausura, sumados a la falta de cartel indicador de “salida de emergencia” que, efectivamente, no estaba colocado.


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La panificadora está en De los Incas al 1700 en Isidro Casanova. El 29 de abril fue clausurada en un desmedido operativo conjunto entre Control Comunal, bromatología y Ministerio de Trabajo; de estas tareas participa el Centro de panaderos, entidad que nuclea a gran parte de los empresarios del sector.


Reunida la documentación requerida, solucionados los temas objetados por los representantes del estado municipal; el panadero no logra el levantamiento de la medida. Es por ello, que denuncia un accionar de connivencia entre los funcionarios y la entidad panaderil. “…no me dejan trabajar porque quieren que aumente el precio. Son los mismos panaderos los que quieren llevar el pan a $10.-; y yo me opongo. Yo vivo bien, trabajando como lo hago. Y me parece que el precio es justo. Esta gente esta robando…” (Clarín, zonal La Matanza 10-6-2010)