OTRA INVESTIGACIÓN FALLIDA; OTRA VICTIMA

LA POLICIA DE SCIOLI OTRA VEZ FALLÓ?

Una vez más, los rastrillajes no dieron resultados. Una vez más, la investigación no arrojó resultados. Una vez más, la policía no encontró nada.

Cada vez más desapariciones son denunciadas, según Red Solidaria, son más de trescientas las personas que están siendo buscadas; no obstante esto, Candela ocupó todas las primeras planas. Sólo Juan Carr “aprovechaba” de la exposición mediática del caso,  para recordar de las otras búsquedas. En algún momento, hasta se podía pensar en cuánto ayudaba la exposición pública del caso; o, que podría provocar un sentimiento de acorralamiento en los captores. Asfixia ésta que llevaría a un desenlace como el conocido en horas de la tarde.

 Es allí donde la confusión se adueña del caso.

Respetando el dolor de la madre, fue reiterada la consulta acerca de distintas conductas de Carola. Su mirada a las cámaras, dirigiéndose a Candela; daba una sensación de mensaje dirigido. Pero, reiterando en respeto al dolor; se aceptaba la “intuición de madre” que denunciaba la mujer. Ante las reiteradas consultas, Carola, dijo últimamente “…todavía no me trajeron a mi hija muerta… entonces la espero…”. Hoy, sobre los hechos consumados, la pregunta es sobre cuántas advertencias había recibido la familia y cuántas de estas advertencias tenían los investigadores. Cuántos datos acerca de una venganza eran seguidos como pistas por la policía.

Se supo desde un primer momento acerca de la condición de condenado por piratería del asfalto del padre de la niña. Sobre esto la madre de Candela nunca quiso hacer referencia, ni hablar a la prensa cuando las guardias periodísticas le preguntaron sobre alguna vinculación con la desaparición de su hija. La actitud de Carola también empieza analizarse por su discurso; sus pedidos de no lastimar a Candela y su silencio sobre las deudas de su marido.

Pasadas las 19 hs, el Ministro Casal decidió trasladar al padre de Candela desde el penal de Magdalena a Bella Vista. En una primera instancia se hizo saber que Rodríguez, iba a escuchar el llamado recibido la celular de una tía de la malograda niña, donde hacían referencia al pago de una deuda de dinero a cambio de la vida de Candela. Aunque se pudo oír una voz que decía “…ahora sí, que no la van a ver más…”; esto indicaría que por esas horas, Candela podría haber estado muerta. Y allí  surgen más puntos oscuros, porqué no escuchó el padre la grabación antes y porqué tuvo tan rápido la prensa ese registro.

Nada de información oficial a partir del momento de confirmado el hallazgo del cuerpo de la niña de 11 años, contrasta con la exposición mediática que se mantuvo durante todos los días de búsqueda. Esto suma desconcierto, que se acrecienta en torno a las especulaciones periodísticas. Una información indicó que fue el propio Gobernador Daniel Scioli quien le informó a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner sobre lo hallado en el basural cercano a la colectora del Acceso Oeste. Dato no menor, habida cuenta de la proximidad del domicilio de la familia Rodríguez y lo transitado de la zona.

Scioli, una vez más; acompañó a la madre en momento del reconocimiento del cuerpito, con la habitual imagen de “acompañamiento” y cercanía a las víctimas que adopta el Gobernador. Cruzando de la vereda de responsable público y colocándose al lado del dolor para mirar desde ese lugar.  Sin embargo, es de la boca del propio Scioli de donde debería partir la explicación de los reiterados fallidos en las resoluciones de hechos delictivos.

Es más, cualquier sospecha acerca de la idoneidad de los investigadores, pasadas las horas; hasta merodean el propio medio familiar de Candela. Un escuadrón del grupo Halcón inició en horas de la madrugada un operativo en la vivienda donde vivía Candela Sol Rodríguez junto a su madre. La misma casa  que fue el epicentro de ruedas de prensa, de la presencia de funcionarios informando a la familia y a la sociedad de lo actuado en torno a la búsqueda de la niña; y que, también, fue la sede de todas las muestras de dolor en la tarde de hoy. Sin embargo el hermetismo que rodea por estas horas el caso, en claro contraste con la exposición del mismo, alimenta aún más el desconcierto de la sociedad.

Lo claro es el repudio generalizado manifestado en redes sociales donde se clama por justicia.

Allí es cuando se reclama responsabilidad a los funcionarios. El Gobernador Scioli, deberá dejar de mimetizarse con las víctimas y asumir su rol para dar respuestas.