El super clásico del fútbol argentino dejó muchas “fotos”, que poco tiene que ver lo estrictamente deportivo.
El estadio marplatense mostró muchas figuras, independientemente del color de la camiseta y el rol social que porte.
La primer foto es la que propusieron los presidentes de los clubes: Rodolfo D’onofrio (River Plate) y Daniel Angelici (Boca Juniors), “sufrieron” juntos el partido. La foto anti-violencia y de sociedad madura fue un hecho. Muy cerca, el Gobernador Daniel Scioli, quien repitió en todo momento que se monitoreaba muy de cerca la presencia de ambas hinchadas y celebraba el balance de la fecha sin incidentes.
Una nota de color interesante la mostró la previa de la transmisión televisiva: los “Macri’s” dijeron presente. El intendente de Vicente López, Jorge Macri (ferviente hincha millonario) junto a su primo, Mauricio, ex presidente del club de la ribera.
Y sigue la lista. Por ejemplo Julian Domínguez, quien se manifestó ante la requisitoria periodística, como un “futbolero” que admitía no haber concurrido nunca a un super-clásico.
Es evidente que el fútbol, como el deporte más popular, es convocante. También, que la inminencia del mundial de fútbol, puede ser el bálsamo que una sociedad necesite para paliar en pare el enojo con la cosa pública; y los dirigentes políticos, lo saben.
Más allá de repetirse el folklore de las grandes ofertas para engrosar la estadística (y los bolsillos) en ventas de televisores; lo políticos saben que pueden utilizar esto. De hecho en las últimas horas, el Jefe de gabinete, Jorge Capitanich; se refirió en varias oportunidades a la adquisición de parte de Fútbol para Todos de los derechos, exclusivos, de la televisación de Brasil-2014.
En la últimas horas se conoció la visita de Marcelo Tinelli a Casa Rosada, y una especulación estaría merodeando la mencionada producción y los alcances comerciales de la misma.
El Mundial está en marcha.